jueves, 15 de agosto de 2013

CALLE BERLIN, 109 --SUSANA VALLEJO

                                           
LEÍDO-27-07-2013
CALLE BERLIN, 109
Pensamientos de María Eugenia 2º 2ª

Yo que creía que alguno se daría cuenta, pero no. Llevo muerta desde noviembre en este sillón y aquí sigo, viendo pasar la vida de los otros, repasando la mia propia y mirando la tele. 

Pobre bicho.

Ahora está ahí a las puertas de su piso, olisqueando la alfombrilla.

<< ¡Bonito! >>

El me dedica una mirada distraída e insiste en entrar en su casa, creo que no sabe que ya está muerto.

Atraviesa limpiamente la puerta y entra en el piso.

Pobre bicho. Se lo que le pasara. Acabara aburriéndose de su casa: Se cansara de pulular buscando su bebedero, que seguro que ya no estará en su sitio. Ni tampoco el comedero ese amarillo que ponían junto a la nevera.

Se cansara de enredarse entre las piernas de  sus dueños sin que ellos se enteren. Se cansara de ladrarles, lamerlos y aullarles.

Quizás aun con su reducido entendimiento de animal, acabara entendiendo que nadie le hace caso.

Excepto yo.

Cuando estás muerto el tiempo transcurre de forma diferente, tarde o temprano tendré compañía.

Y esa explicación debe de estar alla, entre la enrevesada red de recuerdos y conocimientos que a veces son tan claras y otras, en cambio, tan sutiles y difíciles de aprehender como un fino hilillo de humo que se eleva hacia la nada.

SINOPSIS

En la calle Berlín, en pleno Eixample barcelonés, hay un edificio corriente. Allí viven un colombiano, una prostituta de lujo, un matrimonio de ancianos, una madre separada con dos hijos y un oficinista soltero. ¡Ah!, y un fantasma: la anciana malhumorada del último piso que murió hace meses, aunque nadie se ha dado cuenta, y se dedica a vagar de un piso a otro cotilleando las vidas de sus vecinos. Nada hubiera llamado la atención, si Gerard, un policía de baja indefinida, no hubiera recibido la llamada de Pep, su antiguo compañero, dos días antes de ser asesinado. En su buzón de voz quedaron grabadas estas palabras: «Quiero hablarte de algo que he descubierto en la calle Berlín, en el 109». Atraído por el deseo de vengar a su amigo y, por qué no decirlo, sin nada mejor que hacer, Gerard decide pasarse por allí. Pero nunca hubiera imaginado que la búsqueda del asesino de Pep pudiera estar rodeada de tantos misterios; tantos como vecinos hay en el edificio, pues cada uno oculta un secreto que cambiará la vida de los demás para siempre.  

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario