LEÍDA-23-112017 |
UN VIEJO QUE
LEIA NOVELAS DE AMOR
Antonio
José Bolívar Proaño vive en El Idilio, un pueblo remoto en la región amazónica
de los indios shuar (mal llamados jíbaros), y con ellos aprendió a conocer la
Selva y sus leyes, a respetar a los animales y los indígenas que la pueblan,
pero también a cazar el temible tigrillo como ningún blanco jamás pudo hacerlo.
Un buen día decidió leer con pasión las novelas de amor -«del verdadero, del
que hace sufrir»- que dos veces al año le lleva el dentista Rubicundo Loachamín
para distraer las solitarias noches ecuatoriales de su incipiente vejez. En
ellas intenta alejarse un poco de la fanfarrona estupidez de esos codiciosos
forasteros que creen dominar la Selva porque van armados hasta los dientes pero
que no saben cómo enfrentarse a una fiera enloquecida porque le han matado las
crías. Descritas en un lenguaje cristalino, escueto y preciso, las aventuras y
las emociones del viejo Bolívar Proaño difícilmente abandonarán nuestra
memoria.