LEÍDA-17-04-2014 |
SEIS DÍAS DE
DICIEMBRE
Y lo más amargo es que a este país le
interesa que haya muchos burros y pocos listos. Siempre es más fácil manejar un
país de burros.
Llegaba 1950. Los años treinta, guerra
incluida, quedaban cada vez más lejos.
Aunque los presos siguieran en sus cárceles y
los muertos repartidos; por las cunetas y los montes de todo el país. Seguía fusilándose.
RESUMEN DEL LIBRO
Barcelona
1949. Un maletín robado y un conocido del pasado colocan al ex inspector
Mascarell frente la investigación de obras de arte expoliadas por los nazis.
Diciembre de 1949. Lenin, el chorizo con el que Miquel Mascarell se reencontró
en mayo de ese mismo año en la cárcel, le pide ayuda para salir de un lío: ha
robado una cartera a un presunto turista inglés que ha sido asesinado por ella.
Ahora le persiguen a él. ¿Qué contiene la cartera? Ni más ni menos que uno de
los catálogos de cuadros robados por los nazis antes y durante la Segunda
Guerra Mundial. El asesinado pertenecía a los Monument Men, la organización que
tras la guerra se dedicaba a buscar y recuperar las obras de arte expoliadas
por los nazis, y le seguía los pasos a uno de ellos, oculto en Barcelona y en
posesión de un preciado botín por el que vale la pena matar. Con la familia de
Lenin instalada en su casa y alterando su paz, con el aliento del comisario
Amador en su nuca y con el misterio de una enrevesada trama que bucea en las
telarañas de la derrotada ciudad, llena de personajes ocultos y nuevos
asesinatos que lo complican todo, Miquel volverá a enfrentarse sin más armas
que su inquebrantable voluntad a los fantasmas del pasado, tratando, como
siempre, de ser fiel a sus principios y de mantener su ética .Después de Cuatro
días de enero, Siete días de julio, Cinco días de octubre y Dos días de mayo,
constantes en su recreación histórica, la quinta y sorprendente entrega de
Miquel Mascarell no defraudará a sus seguidores.
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